Ya estoy aquí de vuelta con otra receta de las de toda la vida, y es que esta semana me estoy hinchando a repostear y a publicar entradas en el blog, a ver cuanto me dura...jejeje!!!
La receta que traigo hoy también la he cogido prestada del blog de Raquel Martínez, y es que al ver su explicación y las fotografías no necesité buscar más, y la verdad es que merece la pena porque salen unos rollitos riquísimos... mmm!!!
¡¡¡ROLLITOS DE ANÍS!!!
He de decir que no me han quedado todo lo bonitos que yo hubiese querido pero tuve varios percances con los ingredientes, pero aparte de eso es que era tan tarde que los quise poner todos en una bandeja de horno y claro, ahí pegaditos pues tampoco tenían el suficiente espacio y sobretodo la temperatura del horno no había manera de llegar a los 180º (y eso que lo puse a precalentar bastante antes) así que bueno, a la próxima saldrán más bonitos creo yo, ya os contaré :D
INGREDIENTES
- 500gr. de harina
- 180gr. de manteca de cerdo
- 100ml. de aceite de oliva suave
- 100ml. de anís seco
- 90gr. de azúcar
- Ralladura de 1/2 limón
PREPARACIÓN
- Derretimos la manteca de cerdo y la dejamos que se enfríe un poco (yo la metí en la nevera diez minutos para que fuese un poco más rápido el proceso ya que tampoco tenía todo el tiempo del mundo).
- Una vez tengamos la manteca fría, la vertemos en un bol junto con el aceite, el anís, el azúcar y la ralladura de limón y mezclamos hasta que tengamos una mezcla bien homogénea.
- Vamos añadiendo poco a poco la harina y amasando hasta que tengamos una masa que no se nos pegue en las manos (a mi con estas cantidades no se me pegó, pero si veis que se os pega, únicamente tenéis que ir añadiendo harina).
- Una vez hayamos terminado de amasar, envolvemos nuestra masa en papel de film y lo metemos en la nevera unos 30 minutos.
Mientras tenemos nuestra masa en la nevera haremos lo siguiente:
- Ponemos nuestro horno a precalentar a 180º.
- Colocamos papel vegetal en nuestra bandeja de horno (o bandejas que sería lo más correcto, lo mío fueron prisas).
Una vez pasados los 30 minutos:
- Cogemos pellizcos de nuestra masa y hacemos churritos (del grosor y tamaño que cada uno quiera), los unimos por los extremos formando un bonito rollito y los vamos colocando en la bandeja (dejar una separación de un dedo o dedo y medio para que tengan suficiente espacio para "moverse").
- Una vez tengamos la bandeja llena de rollitos, la metemos al horno (calor arriba y abajo sin ventilador) durante unos 20 - 25 minutos vigilándolos muy bien para que no se nos tusturran (tuesten demasiado). Tienen que tener un color doradito (aunque si os gustan más morenitos los podéis dejar más, de echo, a mi me salieron algunos tostaditos de más y mi madre estaba encantada...jejeje!!)
Pasado el tiempo de horneado los sacamos y los dejamos enfriar para luego poderles hincar el diente... mmm!!!
Otra opción es, nada más sacarlos del horno, rebozarlos en azúcar (yo no los rebocé porque me encantan así tal cual).
No intentéis probar la masa en crudo porque, según mi
novio, es alcohol puro, de hecho, mientras estaba amasando, pensaba que se me
iba a subir a la cabeza del olor tan fuerte a alcohol que desprendía la masa,
menos mal que luego se fue todo en el horno...jejeje!!
Para conservarlos yo los metí en un bol de cristal, ya que en los de plástico (según mi tía) las pastas se ponen blanditas y se estropean antes, así que como buena sobrina le hice caso ^_^
Espero que os haya gustado la receta, todo gracias a la churretosa de Raquel... jejeje!!
Muchos besitos y nos vemos muy prontito (con otra receta tradicional para estas fiestas de la virgen) :D
No hay comentarios:
Publicar un comentario